«Varios vigilantes pegaron a Carlos Silva» (Mahón)

Un preso declara que varios vigilantes pegaron a Carlos Silva antes de su suicidio

El recluso denuncia ante el juzgado número 1 de Maó un nuevo caso de presuntos malos tratos en la cárcel. Carlos Silva Cortés, de 26 años, apareció el pasado 27 de abril colgado de una viga en una celda de aislamiento del Centro Penitenciario de Mahón. Era testigo clave en un caso de torturas.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Maó tiene desde el pasado 7 de mayo una acta de denuncia verbal de un recluso del Centro Penitenciario Menorca por un presunto delito de malos tratos contra su persona.

En su declaración, el interno afirma que Carlos Silva «recibió una paliza de unos cuantos funcionarios» el día antes de que apareciera colgado en una celda de aislamiento. Silva ingresó en el Mateu Orfila el 27 de abril en estado de muerte cerebral y falleció pocos días después. El denunciante añade que oyó «los gritos y los golpes» que, presuntamente, propinaron a Silva. Cabe recordar que Carlos Silva iba a declarar en un juicio por otro presunto caso de malos tratos por parte de los vigilantes de los reclusos.

En lo que respecta al caso de supuestos malos tratos de los que fue objeto el denunciante y que ayer avanzó el diario digital menorcaaldia.com, se asegura que los hechos ocurrieron el 1 de mayo a las cuatro de la tarde. En una carta manuscrita que se adjunta a la denuncia se afirma que un vigilante «le sacó fuera del módulo y lo llevó a un corredor dentro de la prisión donde se suelen pegar palizas a los internos por parte de los funcionarios y sin mediar palabra se puso unos guantes y empezó a pegarle puñetazos en el pecho». En el documento del juzgado de Maó se asegura que «se le aprecian heridas y golpes visibles en este acto y que tienen rastro de sangrantes».

Este es el tercer incidente grave que sale a la luz pública referido al Centro Penitenciario de Menorca en los últimos meses. En enero se supo que un grupo de internos mantenía una huelga de hambre para denunciar las restricciones que padecían y hubo alguna denuncia por una presunta agresión de los guardianes de centro. El 27 de abril apareció ahorcado en su celda de aislamiento Carlos Silva. Su familia duda de que se le prestara una correcta atención médica en el interior de la prisión cuando descubrieron su cuerpo aún con vida.

Este periódico solicitó ayer por escrito a Instituciones Penitenciarias su versión de los hechos sin que la Administración haya respondido por el momento.

(Jordi Ribera)

http://www.derechopenitenciario.com/noticias/noticia.asp?id=5010

Más información:

Carlos Silva Cortés, de 26 años de edad, apareció el pasado 27 de abril colgado de una viga en una celda de aislamiento del Centro Penitenciario de Mahón, donde había sido confinado a raíz de una pelea entre presos.

El joven, extremeño aunque residente en Menorca desde hace tres lustros, estaba cumpliendo una pena de dos años, y cuando fue encontrado estaba aún con vida. Se colgó anudando su jersey.

Trasladado de urgencia al Hospital Mateu Orfila, donde se le diagnosticó anoxia cerebral del 90 por ciento, falleció este mismo viernes en la unidad de cuidados intensivos.

TESTIGO CLAVE

Su muerte ha levantado toda suerte de conjeturas ya que, según informa el diario Ultima Hora citando fuentes cercanas al caso, el infortunado iba a declarar ante el juez próximamente como testigo clave en un caso de presuntos malos tratos de funcionarios del lugar con un preso.

Este caso lo tramita el juzgado número 2 de Mahón y el joven había ratificado esta acusación en una declaración previa ante la Policía Nacional. Los demás implicados, al parecer, no quisieron saber nada de tema.

LOS FAMILIARES PRESENTAN UNA DENUNCIA

Los familiares de Carlos Silva han presentado de momento una denuncia contra los responsables de la prisión de Menorca, al considerar que se produjo una omisión de socorro.

A la familia les extraña sobremanera que en la celda de aislamiento donde estaba internado haya una viga, y sospechan que hay algo sospechoso en el asunto, máxime cuando, a su decir, los funcionarios no les han dejado siquiera inspeccionar el lugar para comprobar tal extremo.

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